Tras mucho pensar, y darle vueltas a quien podría esta sección rellenar, como suele pasar habitualmente, la solución estaba mas cerca de lo que llegué a pensar.
La madurez, ver como una persona cercana a ti, en este caso mi propio hermano, va creciendo y madurando hasta convertirse en alguien con una personalidad propia y definida en este mundo de estereotipos y gente de mente vacía, otorga una sensación de satisfacción dificilmente superable. Cuando vés los pequeños cambios que se llevan a cabo dentro de alguien, cuando ves que su forma de afrontar las cosas cambia, que puedes mantener conversaciones serias con él (cuando quiere, porque anda que no le gusta hacer el tonto también jejeje), todas estas vivencias son algo que se te queda grabado, ver la madurez de alguien tan sumamente cercano e importante es impresionante, saber que en un futuro, haga lo que haga, sera dueño de su propio destino y tendrá una opinión propia basada en sus observaciones es una de las mejores cosas que puede pasarle a un hermano mayor.
Todo cambio tiene un inicio, y yo creo saber donde se encuentra este punto de partida, aproximadamente. Desde pequeño yo he practicado Karate, un arte marcial que me ha enseñado mucho y ha contribuido en mi visión del mundo, si, eso que para muchos es solo darse golpes, no tiene sentido y es solo para brutos, lamento deciros que sois unos incultos, un arte marcial tiene mucho detrás, tiene una gran filosofía, una forma de ver las cosas que es distinta a cualquier punto de vista socialmente aceptado hoy en día. Bien que me desvío, mi hermano también comenzó a entrenar, pero llego una edad que se cansó y lo dejo. Con el tiempo volvieron a entrarle ganas de hacer un arte marcial, y le sugerí que volviese a probar con el Karate, y el cambio de actitud ha sido increíble, la comprensión que alcanzó sobre ello hizo la diferencia, la madurez que, por aquel entonces, le estaba comenzando a llegar encontró en el Karate un campo fértil donde asentar sus propios principios, comenzó a ver que sus valores personales, en muchos casos coincidían con los de este arte. Hoy en día, mi hermano está entrenando para convertirse en 1º DAN, esta terminando 2º Bachillerato con la intención de hacer Ing. de edificación o Arquitectura, pero ante todo, es una persona con ideas propias, muy claras y definidas, a la que si quieres hacer cambiar de opinión solo te vale un camino, la razón.
La madurez, ver como una persona cercana a ti, en este caso mi propio hermano, va creciendo y madurando hasta convertirse en alguien con una personalidad propia y definida en este mundo de estereotipos y gente de mente vacía, otorga una sensación de satisfacción dificilmente superable. Cuando vés los pequeños cambios que se llevan a cabo dentro de alguien, cuando ves que su forma de afrontar las cosas cambia, que puedes mantener conversaciones serias con él (cuando quiere, porque anda que no le gusta hacer el tonto también jejeje), todas estas vivencias son algo que se te queda grabado, ver la madurez de alguien tan sumamente cercano e importante es impresionante, saber que en un futuro, haga lo que haga, sera dueño de su propio destino y tendrá una opinión propia basada en sus observaciones es una de las mejores cosas que puede pasarle a un hermano mayor.
Todo cambio tiene un inicio, y yo creo saber donde se encuentra este punto de partida, aproximadamente. Desde pequeño yo he practicado Karate, un arte marcial que me ha enseñado mucho y ha contribuido en mi visión del mundo, si, eso que para muchos es solo darse golpes, no tiene sentido y es solo para brutos, lamento deciros que sois unos incultos, un arte marcial tiene mucho detrás, tiene una gran filosofía, una forma de ver las cosas que es distinta a cualquier punto de vista socialmente aceptado hoy en día. Bien que me desvío, mi hermano también comenzó a entrenar, pero llego una edad que se cansó y lo dejo. Con el tiempo volvieron a entrarle ganas de hacer un arte marcial, y le sugerí que volviese a probar con el Karate, y el cambio de actitud ha sido increíble, la comprensión que alcanzó sobre ello hizo la diferencia, la madurez que, por aquel entonces, le estaba comenzando a llegar encontró en el Karate un campo fértil donde asentar sus propios principios, comenzó a ver que sus valores personales, en muchos casos coincidían con los de este arte. Hoy en día, mi hermano está entrenando para convertirse en 1º DAN, esta terminando 2º Bachillerato con la intención de hacer Ing. de edificación o Arquitectura, pero ante todo, es una persona con ideas propias, muy claras y definidas, a la que si quieres hacer cambiar de opinión solo te vale un camino, la razón.
Imagen sacada de: http://www.nachodenoche.blogspot.com/
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