Empecemos:
Si ya decía yo que me iba a resultar fácil esta sección, bien el idiota de esta semana, perdón las idiotas de esta semana os las podréis encontrar en cualquier medio de transporte, tendrán otras pintas, otro genero, otra edad, pero competirán su nula educación y respeto por los demás.
En este caso montando en el autobús con dirección al centro se montaron dos chiquillas de unos 16 años, que no sabían muy bien por donde se movían, ya que vivir en Madrid, pasar por Goya y no ser capaz de identificar la zona es complicado. Bien pues las susodichas vestían más o menos normal, con unos cuantos piercings y tal, pero a parte de eso no molestaban, iban hablando como todo el mundo en el autobús.
Al rato, yo inmerso ya en la historia que cuenta Bram Stoker sobre uno de esos vampiros de verdad que los niños de hoy no conocen, ya que no sale en ninguna película haciendo el tonto, si, ese, un tal Drácula; bien pues estaba yo allí con el vampiro en plena acción y de repente escucho de la dirección de las dos chicas que tengo enfrente una canción, no hice caso pensando que sería alguna llamada a un móvil como es normal, más cuando ya Drácula, con sus colmillos asomando y todo eso empieza a tener de fondo una especie de mezcla entre reggae y algo que no se muy bien que era, ojo, que no era mala la música, no me desagradaba, pero como que con la temática no pegaba, miro por encima del libro y me encuentro que, como me temía, estaban las dos muchachitas reproduciendo música en uno de los móviles, en lo que oigo a su compañera, espera que te enseño una canción. ¿Creéis qué pararon una música para poner la otra? Que va, los dos móviles a todo volumen uno con cada canción...Gracias a todo que se bajaron en la parada siguiente...
Estos hechos, pues desgraciadamente no son aislados, me hacen pensar que la capacidad humana esta descendiendo, ya que la gente no comprende el uso de los cascos, no entiende que se usan para no molestar a las personas de alrededor con tu música. En serio este tipo de cosas son increíbles, la falta de respeto de la gente no hace más que crecer...
En este caso montando en el autobús con dirección al centro se montaron dos chiquillas de unos 16 años, que no sabían muy bien por donde se movían, ya que vivir en Madrid, pasar por Goya y no ser capaz de identificar la zona es complicado. Bien pues las susodichas vestían más o menos normal, con unos cuantos piercings y tal, pero a parte de eso no molestaban, iban hablando como todo el mundo en el autobús.
Al rato, yo inmerso ya en la historia que cuenta Bram Stoker sobre uno de esos vampiros de verdad que los niños de hoy no conocen, ya que no sale en ninguna película haciendo el tonto, si, ese, un tal Drácula; bien pues estaba yo allí con el vampiro en plena acción y de repente escucho de la dirección de las dos chicas que tengo enfrente una canción, no hice caso pensando que sería alguna llamada a un móvil como es normal, más cuando ya Drácula, con sus colmillos asomando y todo eso empieza a tener de fondo una especie de mezcla entre reggae y algo que no se muy bien que era, ojo, que no era mala la música, no me desagradaba, pero como que con la temática no pegaba, miro por encima del libro y me encuentro que, como me temía, estaban las dos muchachitas reproduciendo música en uno de los móviles, en lo que oigo a su compañera, espera que te enseño una canción. ¿Creéis qué pararon una música para poner la otra? Que va, los dos móviles a todo volumen uno con cada canción...Gracias a todo que se bajaron en la parada siguiente...
Estos hechos, pues desgraciadamente no son aislados, me hacen pensar que la capacidad humana esta descendiendo, ya que la gente no comprende el uso de los cascos, no entiende que se usan para no molestar a las personas de alrededor con tu música. En serio este tipo de cosas son increíbles, la falta de respeto de la gente no hace más que crecer...
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