viernes, 18 de febrero de 2011

Reflexión de la semana (IV)

Todos estamos muy avergonzados con la ley Sinde, como es normal, ya que en vez de que la industria se adapte a los nuevos tiempos nos están metiendo con calzador y pasándose nuestros derechos y opiniones por el forro de los caprichos, pero últimamente esta aflorando un movimiento de: “No les votes, porque no se lo merecen”, contra PSOE y PP, a raíz de este tema, si bien es cierto que no deja de demostrar lo que pasa en este país siempre, a mi me resulta preocupante.

Estoy de acuerdo en protestar contra la ley Sinde, es lógico y estamos en nuestro derecho, pero de verdad, ¿el motivo más poderoso para votar a los grandes partidos es este?. Estamos aguantando una crisis brutal, unas reformas que no parecen funcionar, un paro inusitado en España, esto por parte del gobierno, la oposición por su parte se ha limitado a decir “Que mal lo haces, no tienes ni idea, yo lo haría mejor”, sin aportar ninguna idea, ojo, no por ayudar al gobierno, si no por ayudar a los millones de españoles que estamos sufriendo esta época. ¿No entienden que les benifeciaría? ¿Que una demostración de una idea que funcionase les llevaría a ganar las elecciones de calle?.

Pero en fin, tras todo esto que hemos aguantado sin manifestarnos seriamente; porque lo de los sindicatos y sus retrasos de huelgas generales previo cobro es lamentable...resulta que nos encontramos que por la ley Sinde se pide el NO voto a estos partidos, ¡Como si no existieran razones para no votarlos ya de por si! ¿Tan ciegos estamos? ¿A que punto hemos llegado que no nos interesa nuestro propio sustento económico para revelarnos contra estos partidos que solo reaccionamos así ante una privación de nuestros derechos lúdicos? Así nos va en España, esta tierra cruel que te mata por dentro a la vez que te enamora, es la única capaz de provocar esta clase de sentimientos enfrentados.

Una vez me he desahogado, tengo que decir, que ya sea el motivo de cada uno el que sea, estoy de acuerdo en que NI PSOE NI PP merecen el voto para las siguientes elecciones.

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