Creo que ya en alguna ocasión he dicho lo mucho que me gusta el movimiento ciudadano que es el 15M, la disconformidad con este sistema que no funciona, para nosotros claro que otros lo ven de maravilla, donde pagamos los platos rotos de políticos y gente adinerada, porque ellos han decidido jugar con nuestro dinero, nuestros estudios, nuestro futuro…y todo eso ha terminado donde está ahora, en un presente insostenible. Un grupo de políticos que provocan a partes iguales asco, vergüenza y risa, sin saber muchas veces distinguir quien te provoca que sentimiento, corruptos e incluso condenados en las listas electorales, gente que nos roba y a la que se le permite volver a presentarse, aunque lo peor es que se le vota… Grupos políticos que se insultan en público y se ríen de nosotros en privado, un Senado que no sirve para nada pero que tienen unos sueldos descomunales, un Congreso vacio, al que los políticos no acuden como su deber les manda, un sistema político que no escucha al pueblo, porque para ellos no es de donde emana el poder sino un rebaño de corderos que tienen que pastorear cada cuatro años. Un sistema en el que no valen lo mismo todos los votos, en el que los grandes beneficios de los políticos nos rodean (y encima nos roban…), un sistema en el que no existe separación de poderes, en el que los jueces están al servicio de los políticos…
Todo esto, y más cosas que seguro se me está olvidando mencionar llevaron al pueblo español a salir a la calle pacíficamente, a acamparse en las plazas pidiendo ser escuchados, a crear un verdadero debaten entre los ciudadanos para cambiar este panorama. Un pueblo, que en ocasiones ha sido apaleado para “limpiar la plaza”, que no se ha rendido y ha vuelto aún con más fuerzas a la lucha pacífica, un pueblo que ha intentado ser desprestigiado por sus gobernantes, por las televisiones, esas que deberían contar la revolución la silencian cuando no la deforman, pero ya se sabe “La revolución jamás será televisada”. Un pueblo que clamaba por sus derechos.
Cuando la acampada en Sol empezó a molestar a los comerciantes llegó el momento de retirarse de allí, estamos pidiendo por nuestros derechos, no podemos pisotear los de los demás, estamos pidiendo una democracia real, no podemos no escuchar a los demás. Sol se desalojó, casi por completo, algunos se quedaron y mantienen un puesto de información pero la revolución no ha terminado, antes de todo esto el movimiento se había desplazado a su punto más lógico, la descentralización, a la mayor participación de la gente, en definitiva a los barrios. Donde el movimiento ha de surgir y subir en un sistema de barrios, distritos, ciudad; para posteriormente subir a provincias, comunidades y nacional, pero esa es mi opinión, es la forma en la que creo que más gente podría participar. No se podrá ser muy especifico porque no todo el mundo estará de acuerdo, pero si se podrían conseguir decisiones importantes e interesantes que se podrían aplicar.
Y es ese punto al que debemos llegar, el punto en el que la pelota se encontrará en el tejado de los políticos, cuando deberán demostrar si hacen caso al pueblo, que democráticamente es de quien procede la fuerza o se quitan la máscara y dejan ver que no existe la democracia en este país, aun no hemos llegado, y tristemente no puedo adivinar cuál será la posición que se tomará, pienso que se tomará una postura y espero que se tome la contraria. Solo hay una cosa clara, ese momento será crucial y podría marcar el futuro del país. Esperemos que llegue y nos haga mejorar.
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