martes, 18 de junio de 2013

De mal en peor

Atasco mental,
No sé de qué hablar,
Hay demasiados temas candentes
A los que me gustaría el diente hincar.
Demasiada indignación en mi cabeza,
Sí, creo que empezaré por la realeza,
Ese anacronismo que debería dar gracias,
Solo porque les dejemos existir,
Y no les echemos a patadas del país,
Viven de nuestros sueldos y aun así,
Roban a diestro y siniestro,
Mientras nuestra administración tapa el entuerto,
Quizá no les llegue para vivir,
Nos piden a gritos silenciosos la república,
Y mandarlos a tomar por culo de aquí.
Hilemos con la corrupción,
Pues no solo la corona tiene esta afición,
Si no que la siguiente clase social,
La política, por si había alguna duda,
Es la que nos afloja las alforjas,
Cual canalla de siglo pasado,
Más aquellos se ocultaban,
No como estos bastardos.
Roban en nuestras narices,
Y dicen que no reciben sobornos,
Si no que son afectuosos regalos
Los que les dieron los ahora imputados;
Más afirman no saber nada,
Estar libres de toda culpa,
Pero los sobres el país entero cruzan.
Dan ganas de salir a la calle,
Pero no solo a manifestarse,
Si no con el hacha preparada,
Para cortar más de un gaznate;
De forma figurada por supuesto,
Bueno, eso mejor ya lo iremos viendo,
Total, con el rostro que tienen,
Seguro que no echan en falta un trozo de cuello.
Dirijamos la mirada al otro lado,
Al lado de los ciudadanos,
¿Qué podemos ver?
Aparte de cómo la gente busca en la basura algo que comer,
Como expulsan de su casa a gente sin trabajo,
Porque el rico en su juego la ha cagado,
Pero no piensa pagar el pato.
Podemos ver a jóvenes universitarios,
A punto de ser de su carrera expulsados,
¿Por rendimiento académico?
No, por impago.
Reducción de becas,
Incremento de tasas,
Falta de trabajo,
¿Nadie ve como está todo relacionado?
Que solo estudie el rico es el mandato,
Que los pobres sean mano de obra,
Que no adquieran conocimiento,
Y sigan siendo un pueblo manejable y lerdo.
Esto lo ha traído el olor del miedo,
El miedo a que la gente vea sus trampas,
Se canse y decida desactivarlas,
A base de lucha en la calle,
Destrozar sus dictaduras,
E intentar de verdad ser libres
Y tener elección real,
No la falsa ilusión que ahora nos dan.
Hablando de elección real,
Hacía tiempo que no oía tal barbaridad
Como la que quieren imponer a la mujer,
Quitarle a una persona el derecho a decidir
Es de las peores cosas que un gobierno,
Empresa o institución puede imponer,
Pero cuando encima hablamos sobre su cuerpo,
Cuando la salud de madre y feto no entran en juego,
Cuando se obliga, sin más, al nacimiento;
Estamos hablando de el mayor retroceso de derechos
Que podamos imaginar
Por perversos que seamos.
De la sanidad ya me guardo de hablar,
Pues me parece una obviedad
Que vender lo mejor que tiene un país,
Solo se puede entender
Si el beneficiario es amigo del mercader,
El político saca dinero,
El amigo más aún,
Y los ciudadanos ,
¡Qué más da!
Realmente nunca importaron.

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